El dedal es un accesorio muy útil para afrontar diferentes trabajos en el mundo de la costura. Su principal misión es proteger nuestros dedos y evitar pincharse con la aguja.
De esta forma, los profesionales y amantes de la costura, pueden afrontar diferentes encargos y conseguir elaborar diversas prendas saliendo ileso. Además, su uso es tan extendido que existen infinidad de modelos de dedales para coser.
A continuación, te contamos su historia, diferentes tipos que puedes encontrar y cómo se usan los dedales.
La historia del dedal
No se conoce exactamente cuán surgió esta herramienta, pero la historia del dedal se puede remontar hasta el antiguo Oriente, porque se han encontrado dedales en tumbas de Egipto. En esta época, el material más empleado para fabricarlos era el cuero, aunque también se recurría al marfil, bronce o a huesos en países europeos.
Los dedales de cuero de esta época eran similares a anillos rugosos y anchos. A Europa llegaron en el siglo XVI y destacaron en la ciudad alemana de Núremberg.
En este periodo es cuando se extendió el uso del dedal para coser sobre el dedo corazón. Podía empujar la aguja, evitando pincharse con ella. Aparte de para la costura, también se empleó en otras actividades, como la arquería, por lo que se modificó su grosor y tamaño.
En el Siglo XVIII fueron considerados un artículo de lujo que los jóvenes de la realeza regalaban a sus novias. Por lo tanto, surgieron los dedales de colección, con diseños decorativos y elaborados con otros materiales, como el acero recubierto en plata.
Por otra parte, en Oriente, se les conoce como “yubinukis”. En este caso, son piezas de cuero o metal en forma de un platillo pequeño y se colocan como si fuesen un anillo. Otro dato curioso es, que se llevan en la primera falange del dedo corazón, y no en la punta.
¿Cómo se utiliza un dedal para coser?
Como ya hemos dicho, los dedales son un accesorio para coser a mano y se usan para empujar la aguja en las puntadas y evitar pincharse. También ayudan a administrar la fuerza con la que manejamos la aguja.
Este accesorio se suele colocar en el dedo corazón de la mano dominante, aunque hay personas que prefieren llevarlo sobre el anular. De esta forma, con el dedo pulgar e índice manipularás la aguja.
Dedales de silicona y otros tipos
En la actualidad podemos encontrar diferentes tipos, tanto de material como en tamaños, incluso se pueden personalizar. Normalmente, suelen estar fabricados con elementos rígidos:
- Dedales de silicona: También se les conoce como anatómicos. Los dedales de silicona para coser es uno de los modelos más nuevos. Destacan por su variedad de diseños. Otro elemento a favor de un dedal de silicona es su adaptabilidad, porque encajan perfectamente con el tamaño y con la forma de nuestro dedo.
- Dedales de plástico: Son los que se suelen incluir en kits básicos de costura. Se sienten livianos y su calidad no es la mejor, pero sí que salvan de un apuro y suelen ser una alternativa más económica.
- Dedales de acero: Destacan por su resistencia y durabilidad. Se trata de uno de los más conocidos.
- Dedales de aluminio: No suelen ser la mejor alternativa si empleamos telas duras, porque al empujar la aguja puede traspasar el dedal.
Hoy en día es muy común encontrar dedales mixtos elaborados con dos materiales diferentes, como plástico-silicona o metal-silicona.
Además de esta clasificación, también los podemos dividir por su diseño:
- Dedal de sastre: Es aquel que tiene una apertura en la parte superior, por lo que puedes ver la punta del dedo. De esta forma, puedes sentir el tacto de la prenda que estás trabajando.
- Dedal de modista: Se trata de los convencionales y que todo el mundo conoce.
- Dedal de acolchar: Sirve para acolchar la mano.
- Dedal anatómico: Se adapta a la fisiología de nuestro dedo.
¿Conocías todos estos datos sobre los dedales? Cosas a máquina o a mano, no puede faltar esta herramienta en el kit si eres un apasionado de la costura. Máquinas de Coser Dioni ofrece la mejor variedad de dedales online para que enfrentes tus proyectos sin preocuparte de pincharte.